Valentina Trespalacios era una joven de 21 años que fue asesinada el pasado 22 de enero por su pareja, Jhon Poulos. Y como Valentina, está Yajaira Herrera, Paula Andrea Restrepo, Rosa Elvira Cely que son apenas, algunos de los nombres de las tantas mujeres que no pueden contar su historia, en cambio, lo hacen sus familiares, amigos, vecinos, testigos y otras mujeres que, sin conocerlas, levantan la voz por ellas y por lo que vivieron. Tristemente, son tantos los casos que se pierden entre la lista de crímenes hacia la mujer pero, ¿por qué indicar estos casos como feminicidios? Pues, parejas amorosas, compañeros de trabajo o incluso supuestos amigos y familiares cercanos consideran las mujeres de su alrededor como su objeto personal; control absoluto de sus redes sociales, de sus amistades y de los lugares que frecuentan, son unas de las pequeñas alertas que pueden manifestarse en una relación de dominio y poder, que generalmente lleva al asesinato de la mujer solo por el simple hecho de serlo.

Ahora bien, ¿qué significa ser mujer en Colombia? A pesar de tantas revoluciones, haber ganado el derecho al voto, derrocar poco a poco el machismo y ganarnos un lugar decente en la mesa de trabajo, sigue siendo un reto de día a día, incluso en toda Latinoamérica. Y aunque se ha ido desmenuzando esa idea equívoca de lo que significa ser mujer, todavía falta mucho para que no exista una brecha salarial, el acoso callejero, la discriminación de género y otros tantos escenarios que le debemos a mujeres del pasado que lucharon por nosotras, y justamente por esa deuda histórica debemos ser conscientes nosotras mismas y hacer conscientes a los hombres que nos rodean de las situaciones por las que pasamos.

Jefatura del hogar

A la mujer, desde tiempos pasados, se le ha designado el cuidado del hogar que abarca la crianza de los niños, la limpieza, la alimentación, el cuidado familiar y otras tantas tareas que no se alcanzan a hacer en todo un día. En algunos casos, es solo la madre quien está presente, lo que conlleva a ser la única responsable de los ingresos puesto que las políticas públicas como subsidios o demandas alimentarias hacia el padre, no funcionan como son debidas. Asimismo, la discriminación en el mercado laboral produce inequidad y pobreza.

Brecha salarial

Durante la última década, el término ‘feminización de la pobreza’ se ha venido usando en consecuencia a los desequilibrios en la tasa de desempleo, en los salarios y en los tiempos de contratación. Estos factores implican a pensar que ser mujer en Colombia significa más pobreza y más tiempo, aun teniendo el mismo o un mejor nivel educativo en comparación a los hombres. Es así como debe implementarse una educación con enfoque diferencial que eduque desde primera infancia el concepto del rol de la mujer, rompiendo los paradigmas y creando, para futuras y nuevas generaciones, ambientes igualitarios y seguros.  

#niunamas

En efecto, vivimos en una sociedad y en un país en el que las mujeres no podemos estar tranquilas, donde la noche es peligrosa y lugares como el transporte público son una inseguridad total. Solo basta con hablar de estos temas con otras mujeres, sean del círculo cercano o no, y evidenciar que todas tenemos, al menos, una historia de acoso o de violencia. En lo que va del año se han registrado nueve casos de violencia de género, mientras que el 2022 cerró con 614 casos según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, de las cuales 20 fueron transgénero. Una estadística preocupante para quienes vivimos en el país, encontrando que muchas de ellas fueron víctimas de sus parejas o ex parejas. 

Este es un llamado de atención para todas. A veces, como mujeres pasamos muchas situaciones por alto por parte de nuestra pareja, viendo las cosas desde el amor y desde la ligereza, sin embargo, hay ciertas "alertas" que deben tenerse en cuenta. Es importante manifestar descontentos a personas externas a la relación; amigos, familia, compañeros de trabajo, todos pueden abrir los ojos de quienes están enceguecidas por la manipulación para así tener una percepción objetiva de lo que puede estar sucediendo. Además de tener claros los límites que pueden alcanzar dentro de la relación y como personas individuales, como no permitir impulsos agresivos y violentos, palabras ofensivas ni mucho menos insultos, intimidación a su privacidad y sobreprotección. 

El feminismo es un movimiento de acción social, una lucha intelectual que tiene como único objetivo la igualdad de género, no buscamos cambiar los papeles y ser el sexo más fuerte, buscamos hacerles entender que no somos el débil y, que al igual que los hombres, tenemos muchas capacidades y talentos por explotar. No necesitamos ayuda en los quehaceres del hogar, pues estos son responsabilidades de todos los miembros que habitan ese espacio, independientemente del género. La mujer es un elemento fundamental, no necesitamos más derechos ni más atención. Resignifiquemos el papel de la mujer desde nuestros hogares.

Estamos todas para ayudarnos. 

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